AÑO 2013
Recopilando los mensajes de los compañeros del Sector:
"Las Navidades han concluido, aunque queda la fiesta de Reyes
pero mientras llega y transcurre esa festividad la vida regresa a la
normalidad. La cuestión es ¿que entendemos en 2013 por normalidad en la Venta
no Sedentaria?
Me he resistido en escribiros estas Navidades entre otras
razones, además de oxigenar un poco la mente, porque no encontraba motivos
especiales de alegría y eso de amargar las fiestas no me resulta especialmente
agradable. Porque de verdad no han sido unas Navidades en las que en las gentes
se respirara felicidad y optimismo. Otra cosa es que todos tengamos inmensas
ganas de buenas noticias, de ver horizonte, de alimentarnos un poco con
esperanzas, de recuperar ciertas ilusiones perdidas o muy dañadas. Y cuando
digo todos, digo todos, y yo uno más de ese pelotón. Porque cuando generas
críticas y tratas de ser objetivo, algunos, movidos por sus intereses
personales, lo interpretan como si disfrutaras con ello, como si te interesara
especialmente que las cosas fueran mal. No se dan cuenta de que nosotros somos
parte de, vivimos de, subsistimos del comercio. Por ello mismo, porque ahí se
encuentra nuestra vida, nada que afecte negativamente al comercio nos puede
resultar positivo. Todo lo contrario.
Lo que sucede es que negar la realidad, no querer verla o
distorsionarla por intereses propios, suele ser camino que conduce al abismo. Y
nuestra realidad, nos guste o no, es mala. Y no me refiero a la situación
económica, que por supuesto, sino a la falta de confianza que los comerciantes
parece tener en sus propias posibilidades. Las encuestas dicen que más del 80
por ciento de los ciudadanos cree que en 2013 pueden irle las cosas a peor. Es
decir, no hay confianza en nuestro más inmediato futuro. Y siendo objetivos, es
decir, con los meros datos de cuanto han subido las tasas de la ocupación de
los mercadillos y cuantos compañeros han sido empujados a salir del Mercadillo,
es verdad que construir un optimismo fundado es extremadamente difícil. La
tesis oficial de l as Administraciones es que a finales de este año se
comenzará a crecer y a crear algo de empleo. Y, claro, es lógico que muchos
digan: si, pero hay que llegar a final de año y muchos empresarios, comerciante,
paradistas no van a ser capaces de
subsistir cuando se produzca esa hipótesis de comienzo del fin. Además, ¿que es
mejorar o dinamizar? ¿Cuanto? ¿Cómo? ¿Acaso las administraciones van a cambiar
su actitud? las limitaciones que la Diputación de Barcelona, Ayuntamientos pone
en algunos Mercadillos a la dinamización del Sector. No es optimista en la
actitud generalizada de la Venta no Sedentaria. Y es muy difícil serlo.
En fin, que está bien decir eso de que vamos a mejorar y dinamizar
el sector, pero cuando dejamos detrás un desastre de las proporciones del
nuestro en términos de demolición de tejido comercial o empresarial, de
desaparición de paradas pequeñas y medianas en los Mercadillos, de destrucción
de puestos de trabajo, de pérdida de vocaciones empresariales, de exportación
forzosa de ideas comerciales en diversos ámbitos de los Mercadillos, no vale
con que mejoremos un poco y creemos unas pocas de mejoras de la Venta no
Sedentaria, Se necesita mas. Mucho más. Ya se que algunos dirán eso de que mas
vale un poco que nada. Y es verdad, pero a veces esa verdad funciona como
espejismo. Es bueno alimentar esperanzas, pero como dice un comerciante o
paradista “el nivel de desilusión depende directamente del nivel de
expectativas creadas”. Por eso no conviene un exceso de optimismo infundado
porque el fracaso puede provocar desilusiones adicionales. Mejor decir que nos
queda mucho por delante y que entre todos debemos conseguirlo.
Y aquí radica uno de los principales problemas. La falta de un
proyecto de asociativo. Como era obvio, las tesis de las administraciones ya
han encontrado el eco en la Diputación de Barcelona “Normativa Macro”
¿consensuada o imposición?. El proyecto de Dignidad y Mejora de la Venta no
Sedentaria atraviesa uno de sus transcendentales momentos en la historia. Y no
se si eso es causa o consecuencia de la crisis, pero no tengo duda de que sin
ese proyecto la salida será muy, pero que muy difícil. Y la cuestión es que se
me antoja muy complicado adivinar como la Administración va a afrontar ese
reto. Palabras, declaraciones a la prensa, filtraciones interesadas,…Si, pero,
¿que mas? Una cosa es decir que la Administración tiene un plan y otra que sea
cierto, y de serlo que resulte un plan efectivo. Yo, por el momento, no puedo
sino tener serias dudas.
Lo malo de los problemas es que cuando te acostumbras a vivir
con ellos se acaban marchitando. Alguien dijo aquello de que el tiempo arregla
todos los problemas. No es verdad, pero sí es cierto que consigue marchitarlos
en la mente de muchos que hartos ya de denunciar el problema, de vivir sin
soluciones, deciden mirar para otro lado. Y esta ha sido una de las constantes
que hemos vivido en estos años en las
conversaciones sostenidas con personas de diferentes ocupaciones y niveles de la
Administración. Se instala, el sálvese quien pueda. Es tal el miedo generado en
muchos comercios o paradistas pequeños y medianos a no poder subsistir, a no
disponer de lo mínimamente necesario, que ese problema, esa necesidad de
subsistencia, elimina cualquier vestigio de sentido de comunidad.
Y es que la Venta no
Sedentaria cansada de hablar de los
privilegios de las Administraciones, de comprobar como los casos de falta de
sensibilidad siguen desmoronando la moral colectiva, de la ausencia de democracia
real, de la politización de los responsables, del destrozo causado por los responsable
de las personas al cargo de los Mercadillos….en fin de todo ese universo que
conocemos, que vivimos y que sufrimos a diario. Y cuando un día y otro se
repite lo mismo y no ves soluciones reales, acabas, como decía, mirando para
otro lado, desentendiéndote de todo, instalándote en ese demoledor “esto no
tiene solución”, y aparcando cualquier vestigio de deseo de ponerte en pie como
comerciante o paradista, asumir tu destino y construir tu futuro. El sentido de
fatalidad derivado de la comprobación del brutal poder de la Administración,
junto al sálvese quien pueda, son los dos ejes sobre los que, a mi modo de ver,
pivota la decadencia que percibo en el Sector.
Pero a pesar de estos análisis no queda otra que seguir
trabajando, no dar nunca todo por perdido. Porque la causa por la que trabajas
merece la pena. Porque lo que defiendes es la razón de ser de un comerciante o
paradista que se precie de tal. Porque se ha comprobado cuanto da de si un
determinado sistema de poder. Porque en el fondo, aun con esa fatalidad, hay un
deseo de que algo cambie. Ya se que muchos dicen quisiera que esto cambiara
pero no están dispuestos a poner ni un miligramo de su parte para lograrlo. Incluso
más: algunos que quieren el cambio sienten miedo del poder y de la presión que
sobre ellos se ejerce para alejarlos de quienes lo defienden. Y el miedo opera,
es algo efectivo, capaz de asesinar anhelos e ilusiones de una Venta no
Sedentaria mejor. Todo eso es verdad, y
lo vivimos a diario, pero aunque sean minoría, algunos comerciantes o
paradistas quieren realmente ese cambio
y trabajan para conseguirlo. Y lo hacen asumiendo riesgos, porque conocemos
como funciona el poder cuando se convierte en patrimonio de algunas
administraciones, pero convencidos de que algún día se vencerá el pesimismo, se
eliminará el sentido de fatalidad, se restablecerá el modo de pensar como
comunidad, se instalará un proyecto de mejora y comenzará un nuevo ciclo.
Nuestra obligación, la de quien en esto creemos, es estar
atentos a todas las señales, vencer el miedo, no perder la fe y buscar el sitio
y el lugar en el que cada uno pueda contribuir de mejor manera al objetivo.
Porque todas las piedras son necesarias para construir una catedral. Cada una
debe tener su sitio adecuado. Y acompasado a los tiempos de la construcción.
Pero, en cualquier caso, renunciando a la fatalidad de que esto no tiene
solución. Porque la tiene. Pero entre todos. "
D.C.