domingo, 11 de octubre de 2015

REBELION DE LOS ENCANTES DE LAS PARADAS DE ALIMENTACIÓN DE BADALONA:



Comentario que nos ha llegado de una paradista y nos a pedido que le demos difusión:

"A medida que transcurren los días, las semanas, los meses y hasta 4 años, las ansias de recuperación, el esfuerzo realizado, los deseos incontenibles, o, al menos, incontenidos, de poder gritar que ya pasó todo, que el mercadillo de Montigalà (viernes) no se ha hundido, que volvemos a ser un mercadillo con potencial, poderosos. Resulta que llega un nuevo regidor de comercio de Badalona  para destruir, protegido por que se yo!, receptores de su ego?, político sin control…En fin, toda esta larga serie de  atributos, adjetivos…lo que queráis, que me da lo mismo.

No he profundizado suficiente, porque admito algo de vergüenza ajena, en el dato, que no es anécdota sino desgraciadamente categoría, más importante, en mi opinión, de la intervención que está llevando el político “el regidor de comercio de Badalona”. No se trata de que suba o baje las tasas del mercadillo. Ni siquiera de lo incuestionable de la pérdida, del destrozo de los su liderazgo políticos y social. Se trata de algo más aparentemente crucial, pero superada la piel, lamentablemente profundo.

El regidor de Comercio de Badalona dicen quienes lo conozcan bien que es de izquierdas, pero de izquierdas en serio, de las de verdad. No se por qué adjetivan, como si fuera posible ser de izquierdas de mentira. Aunque, esto es cierto, existió una época, no muy lejana, en la que algunos hablaban con lenguaje de izquierdas y se comportaban de manera totalmente alejada a los ideales que proclamaban. Se ve que es cierto eso de que entre la palabra y la cosa hay un trecho, un trozo de realidad insalvable en ocasiones.
A ese grupo se le llamaba la “izquierda divina”, lo que no me parece una designación adecuada, porque con ella se quería significar que su izquierdismo era meramente superficial, verbal, de salón, y la divinidad es cualquier cosa menos vecino de las capas sociales.

Bien, pues si es de izquierdas debería saber algunas cosas, y es que el mecadillo de montigalà como dinamizador económico, cultural y social es indicativo de muchas cosas, pero de una recuperación real en modo alguno trabajada por la Associació de Marxants de Badalona. Claro que todo depende lo que queramos recuperar ¿verdad sr. Regidor de comercio de Badalona?. Hace ya tiempo que comenzó a usarse aquella expresión de “dinamizar, motor comercial, promoción, etc…”, y en el fondo esas palabras eran una derivada a todo lo contrario.

Empecemos por el final: si algo se debiera pedir  no es precisamente recuperar lo que se a tenido con el regidor de comercio de Badalona, sino cambiarlo de modo claro y sin rodeos!!. Lo que teníamos, lo que nos tocó vivir, es un modelo que de raíz se alimenta de error. Y no es de hoy. Es desde que empezó. No se trata, insisto, de recuperar el viejo modo de comportamiento derivado de un erróneo modo de pensar en el que la penuria de valores se está convirtiendo en la característica estructural más llamativa.

Y todo esto es solo la consecuencia de un modelo equivocado, que no cuela YA!!


Resultado de imagen de mercadillo de badalona
Las tensiones pronosticadas ya habitan entre nosotros. No, no se trata del mercadillo. Se trata de quienes lo dirigen, administran, regentan…es decir, se trata de nosotros mismos. El mercado es una cosa. Nosotros somos personas. Y funcionará mejor o peor dependiendo de cómo nos comportemos en su administración, en su gestión. Humanos, somos los humanos el problema. Y cualquier esquema mental, intelectual, económico o político estará de raíz fracasado si lo administran hombres, personas con modos de pensar en los que los valores puramente de entenderse brillen por su ausencia.
 ¿Queremos tener a políticos en está sociedad que han demostrado una avaricia en destruir puestos de trabajo? Me da vergüenza decir que tenemos que poner límites a su ego y-la pregunta-“¿regulando desde donde?”.  Y Si consigue regularlo desde un organismo, encontrarán los subterfugios para violarlo.

 Pero veo signos que no me gustan.

Así que de todo depende que recuperar la cordura. Que recuperar sea situar al hombre por encima de las cosas. NO A DESTRUIR PUESTOS DE TRABAJO EN EL MERCADILLO DE MONTIGALA. Solo con eso me conformo.


Más información en la noticia de la vanguardia. Clica aquí.

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